19 julio 2010

Empezar por un nombre

No sabía como titular ésto, nunca se me dieron bien los bautizos. Pero, y no es casualidad, tengo aquí cerca un pequeño libro con algunos poemillas de Miguel Hernández, ahora  alejados de mi ordenada estantería. Él, que tanto sabe de la tierra, que la trabajó con las manos y regó con su sangre, que dispuso letras desde Andalucía a Madrid, desde Valencia a Extremadura, él, podía personarse como padrino en este bautizo. 
Abro el pequeño libro, y leo:

Dime desde allá abajo
la palabra te quiero.

¿Hablas bajo la tierra?

Hablo con el silencio.

¿Quieres bajo la tierra?

Bajo la tierra quiero
porque hacia donde corras
quiere correr mi cuerpo.

Ardo desde allí abajo
y alumbro tus recuerdos.




Ahí está. Empieza mi camino.

2 comentarios:

Soy ficción dijo...

Me gusta tenerte de vuelta, me gusta el nombre, el comienzo, el futuro, tú! :)

Josep dijo...

He hecho el camino francés dos veces a pie y dos veces en bicicleta. Lo que más me ha impresionado siempre ha sido a las personas que he conocido, compartido etapas, conversaciones, sentimientos, objetivos, promesas, etc. Me ha encantado leer este diario y esas emociones. En cierta manera, me ha despertado emociones generadas en mis etapas.
José Hervás.